Pequeños rincones, poco conocidos, aportan un añadido de atractivo en el recorrido turístico alrededor de las maravillas naturales depositadas en el Valle de Bardaji. ¿Te atreves a conocerlos?
El árbol sobre el árbol
Una singularidad de la naturaleza se muestra junto a la ermita de San Pedro, en el camino entre Aguascaldas y Biescas, cerca de Santa Maura. Allí donde los vecinos acuden en la festividad de San Adrián en romería se encuentra en viejo chinebro (enebro) en cuyo tronco ha brotado un cerezo, en un injerto poco habitual que refleja una estampa curiosa de la flora pirenaica.
No es el único árbol reseñable, en un área dominada por el bosque mediterráneo mixto. Otro chinebro de grandes dimensiones es conocido y querido por los habitantes de Biescas.
La mina de plata del Turbón (ver documento adjunto)
La minería fue otro de las riquezas que se explotaron históricamente en la Ribagorza y el Macizo del Turbón no fue una excepción. Esta práctica económica se ha abandonado, pero aún quedan testimonios de su utilización por el ser humano. Cerca del refugio de la Margalida, accesible por pista, se encuentra la entrada a una antigua mina de plata, llamada Felicidad, que aún es visitable en su primer tramo con precaución. Es posible además adentrarse en sus entrañas en una excursión espeleológico de interés, aunque sólo para expertos.
La cueva del agua
Es conocida la fuente de San Pedro de Llert, pero a cincuenta metros sobre esta se halla una sima de la que brota el agua y deja una experiencia única para el baño. Hay que preguntar a los vecinos para encontrarla.
Dormir en un refugio no guardado
La recuperación de los refugios como atractivo turístico ha sido una prioridad para los vecinos del Valle de Bardaji. La posibilidad de hacer excursiones desde estos o, simplemente, pasar una jornada en el campo provoca el interés de mantener en buen estado estas instalaciones. En el Valle de Bardaji es posible subir al Refugio de la Plana, por la pista que nace en Serrate, cuya propiedad es compartida con el Valle de Lierp, al igual que su mantenimiento. Este es un acceso fácil para llegar a la cima del Turbón. Cerca de esta instalación se encuentra otra en proyectos de recuperación que en su día era utilizada por los pastores de la zona.
Más abajo, cerca de Llert y ascendiendo hacia el puerto de La Muria, se encuentra el Refugio de Margalida, punto base para ascensiones o travesías y que dispone de la posibilidad de pernoctar o de realizar una jornada entretenida en su merendero y sus grandiosas vistas.